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El estrés es un problema cada vez más común, y según un estudio realizado por Mental Health Foundation, tres de cada cuatro personas encuestadas reportan sentirse abrumadas, estresadas e incapaces de afrontar las dificultades que se le presentan. Claro que esto es algo que varía de un país a otros, ya que la prevalencia del estrés depende de un gran número de factores.
Además, hay distintos tipos de estrés: el agudo (puntual), el agudo episódico (recurrente) y el crónico (prolongado). Asimismo, los especialistas mencionan que hay una diferencia entre el eustrés, que es positivo y motivador, y el distrés, que es negativo y perjudicial.
En este artículo explicamos qué es el estrés y cuáles son sus tipos más comunes, incluyendo sus características, causas y señales de alerta. Además, brindamos algunas recomendaciones para el manejo y la prevención de esta afección.
ÍNDICE
¿Qué es el estrés y cómo afecta a nuestra vida?
El estrés es una respuesta natural del organismo ante situaciones que percibimos como desafiantes, amenazantes o que requieren una adaptación rápida. Se trata de un mecanismo de supervivencia que activa el sistema nervioso y prepara al cuerpo para reaccionar.
SingleCare explica que, aunque puede afectar la salud mental de las personas, técnicamente no es una enfermedad.
Lo que sucede cuando se percibe una amenaza y aumentan los niveles de estrés es que el cuerpo empieza a liberar hormonas como el cortisol, la epinefrina y la norepinefrina con el propósito de aumentar el estado de alerta. Esto tiene como efecto un aumento en la frecuencia cardíaca y en la tensión muscular, síntomas que cualquiera que haya padecido estrés puede reconocer fácilmente.
Detrás de esta respuesta del cuerpo puede haber un gran número de causas, desde amenazas reales hasta situaciones particulares en las que una persona puede experimentar temor o preocupación, como una mudanza, una entrevista de trabajo o una boda.
El problema del estrés es que tiene un impacto significativo sobre el bienestar y la calidad de vida de las personas, sobre todo si se prolonga en el tiempo.
A nivel físico, puede provocar dolores de cabeza, problemas digestivos, insomnio, fatiga persistente e incluso enfermedades cardiovasculares. En el plano emocional y mental, el estrés puede desencadenar irritabilidad, ansiedad, tristeza, falta de concentración y una sensación constante de estar abrumado.
Además, se considera un factor de riesgo importante para trastornos de salud mental como la depresión y está relacionado a diferentes enfermedades físicas.
Verywell Health habla sobre esto y explica que el estrés puede aumentar el riesgo de diabetes, obesidad, trastornos del sueño, cardiopatía e incluso algunos tipos de cáncer. Precisamente por eso es tan importante aprender a gestionarlo y tomar medidas para evitar sus efectos negativos.
Para complementar, recomendamos leer nuestro artículo sobre salud mental en el trabajo, ya que muchas de las causas detrás del estrés están vinculadas al ámbito laboral.
Tipos de estrés y sus características
Existen distintos tipos de estrés, y aunque a veces usamos la palabra de forma general para describir cualquier estado de tensión, no todos los tipos de estrés son iguales ni producen los mismos efectos en el cuerpo y la mente.
Diferenciar los tipos de estrés no solo permite entender mejor lo que nos pasa, sino que también ayuda a buscar soluciones más efectivas, adaptadas a la raíz del problema.
Algunos se relacionan con el tiempo, otros con el tipo de experiencia que los provoca, y también hay una distinción importante entre el estrés que resulta dañino y el que puede ser positivo. A continuación, mencionamos cuáles son los tipos de estrés y las características que nos pueden ayudar a reconocerlos:
- Estrés agudo: es uno de los tres tipos de estrés que explica Cleveland Clinic que existen. Por lo general, aparece y desaparece muy rápido, y puede ser tanto positivo como negativo. Un ejemplo de esto puede ser la sensación que se experimenta al discutir con la pareja o al subirse a una montaña rusa.
- Estrés agudo episódico: este tipo de estrés es similar al anterior, solo que se presenta de manera regular. Es común en las personas que tienen cierto tipo de trabajos, en los que están expuestos de manera constante a situaciones estresantes.
- Estrés crónico: es un tipo de estrés que se presenta y se prolonga durante semanas o meses. Sus causas son muy variadas, y pueden incluir desde problemas matrimoniales hasta deudas o ambientes laborales hostiles. Este tipo de estrés se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, trastornos del ánimo, deterioro inmunológico y envejecimiento prematuro.
Además de esta clasificación, los especialistas utilizan otras categorías, en las que se hace referencia a los efectos que puede tener el estrés sobre la mente y el cuerpo:
- Eustrés: según Better Up, se trata de un tipo de estrés que nos motiva, nos concentra y nos llena de energía, por lo que se considera que es positivo.
- Distrés: a diferencia del anterior, este tipo de estrés es negativo, y puede causar ansiedad. Los expertos lo relacionan con la sensación de pérdida de control y con emociones como el miedo.
Por último, y tomando en cuenta cómo nos afectan, podemos hablar de estrés emocional, que afecta la mente y lo que sentimos; y el estrés físico, que produce tensión y malestar en el cuerpo.
En caso de experimentar síntomas relacionados a esta afección, es fundamental acudir a un especialista, ya que solo un profesional puede ofrecer recomendaciones para combatir el estrés y evitar sus efectos negativos.

Causas del estrés
Las causas del estrés, tal como mencionamos antes, son muy variadas, y en cada persona puede desencadenarse por algo diferente. WebMD habla sobre esto y señala que la razón más común tiene que ver con lo laboral, ya sea por trabajar en algo en lo que no se está a gusto, tener responsabilidades o una carga de trabajo excesiva, tener jornadas de trabajo muy largas o enfrentar dificultades con las tareas que se deben llevar a cabo.
Pero también hay causas relacionadas al ámbito personal. Dentro de las más importantes se destacan:
- La pérdida de un familiar o ser querido.
- El nacimiento de un hijo y las responsabilidades que ello conlleva.
- Un divorcio.
- La pérdida del trabajo.
- El aumento de las obligaciones financieras.
- El mudarse a un lugar nuevo.
- Tener una enfermedad crónica.
- Cuidar a miembros de la familia por vejez o enfermedades.
- Experimentar eventos traumáticos como un desastre natural, asaltos o violencia en contra propia o de un ser querido.
A todo esto, se suman factores internos que nada tienen que ver con el entorno, como tener miedo o incertidumbre sobre el futuro, tener una perspectiva negativa sobre la vida, o ser muy susceptible a los cambios. Es decir, la personalidad influye significativamente en el nivel de estrés que se experimenta.
Síntomas del estrés
Al igual que las causas, los síntomas del estrés son muy variados. Hay quienes pueden padecer fatiga mental o tensión muscular, mientras que otros pueden tener síntomas más complejos como un ataque de ansiedad.
Por lo general, los síntomas se clasifican en función de su impacto a nivel físico, mental, emocional o conductual. Algunas veces las personas los pueden padecer sin llegar a identificar a qué se deben.
Según MedlinePlus, estos son algunos de los más comunes:
- Problemas digestivos como diarrea o estreñimiento.
- Problemas de memoria.
- Dolores de cabeza frecuentes.
- Falta de energía y concentración.
- Rigidez en la mandíbula y el cuello.
- Dificultades para dormir.
- Pérdida o aumento de peso.
- Sensación de estar abrumado.
- Apatía o dificultad para disfrutar de las actividades placenteras.
- Cambios de humor y aislamiento social.
Reconocer estos síntomas a tiempo es clave para tomar medidas y prevenir consecuencias más graves. Muchas personas normalizan sentirse cansadas, nerviosas o en tensión permanente, y no buscan ayuda hasta que el cuerpo colapsa o el malestar emocional interfiere significativamente con su vida.
Uno de nuestros artículos, en el que hablamos sobre la tensión alta por estrés es clave para entender cómo se manifiestan los síntomas de esta afección y cómo pueden afectar la vida de quienes la padecen.

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Manejo y prevención del estrés
A pesar de que no es propiamente una enfermedad, y no hay medicamentos específicos para controlarlo, existen muchas estrategias que pueden ayudar a las personas a manejar y prevenir el estrés.
Mayo Clinic ofrece algunas recomendaciones, incluyendo cambios en el estilo de vida y la práctica de cierto tipo de ejercicios, como los del yoga, por ejemplo. Estas son algunas de las estrategias de las que se pueden obtener más beneficios:
- Tener un estilo de vida activo: el artículo que recién citamos señala que cualquier tipo de actividad física ayuda a aliviar el estrés. Esto se debe a que el ejercicio ayuda a liberar endorfinas y otros neuroquímicos que impactan positivamente en la sensación de bienestar.
- Tener una dieta saludable: por lo general, se recomienda tener una dieta equilibrada, y consumir grandes cantidades de frutas y vegetales.
- Evitar hábitos poco saludables: comer de manera excesiva, o consumir sustancias como el alcohol y el tabaco puede tener efectos negativos sobre el cuerpo y los especialistas señalan que son un factor de riesgo para el estrés.
- Practicar ejercicios de meditación: los beneficios de la meditación son muy amplios, pero lo más importante es que es una práctica que ayuda a promover una sensación de calma y tranquilidad.
- Conectar con otras personas: las conexiones sociales no solo nos distraen de lo que nos produce estrés, sino que tiene un efecto positivo sobre nuestro bienestar mental y emocional.
- Dormir bien: tener rutinas de sueño saludables puede ayudar a tener bajo control el estrés. La recomendación de los expertos es dormir entre 7 y 9 horas por noche.
- Buscar ayuda profesional: en caso de que nada parezca ayudar a controlar el estrés, es necesario acudir a un especialista y obtener recomendaciones personalizadas.
Poner en práctica algunos ejercicios de relajación y hacer pequeños cambios en el estilo de vida puede ser muy útil para controlar el estrés y prevenir un gran número de enfermedades. Aunque parezca que se trata de algo muy sencillo, una gran parte de los problemas que afectan nuestra salud tienen que ver con la alimentación y la forma en la que vivimos el día a día.
Fuentes:
- https://www.webmd.com/balance/causes-of-stress
- https://my.clevelandclinic.org/health/diseases/11874-stress
- https://medlineplus.gov/ency/article/003211.htm
- http://verywellmind.com/stress-and-health-3145086
- https://www.mentalhealth.org.uk/explore-mental-health/statistics/stress-statistics
- https://www.betterup.com/blog/distress-vs-eustress
- https://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/stress-management/in-depth/stress-relievers/art-20047257