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Radioterapia y efectos secundarios: qué esperar y cómo afrontarlos

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Persona en tratamiento de radioterapia

Tiempo de lectura: 7 minutos

La radioterapia es uno de los tratamientos más utilizados contra el cáncer, y se estima que más del 50% de los pacientes oncológicos recibirán radiación en algún momento de su tratamiento, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Si bien su eficacia para destruir células cancerosas o evitar su reproducción es indiscutible, también puede provocar efectos secundarios que afectan la calidad de vida del paciente. La intensidad de estos efectos varía según la zona tratada, la dosis recibida y las características individuales de cada persona.

En este artículo explicamos qué es la radioterapia, cuáles son los efectos secundarios más comunes según la zona del cuerpo tratada y qué factores influyen en su aparición. Además, comentamos estrategias útiles para prevenirlos o aliviarlos, e incluimos recomendaciones prácticas para mejorar el día a día durante y después del tratamiento. 

Efectos secundarios de la radioterapia

Según el Instituto Nacional del Cáncer, la radioterapia actúa sobre células de rápido crecimiento, como las cancerosas, pero también puede afectar células sanas cercanas a la zona tratada. Debido a esto, puede provocar diferentes efectos secundarios, que varían en tipo e intensidad, según la duración del tratamiento y el área sobre la que se aplicó, entre otros factores más.

Algunos efectos son temporales y aparecen durante el tratamiento, mientras que otros pueden desarrollarse con el tiempo o incluso después de finalizado el proceso.

Para entenderlo mejor, compartimos un cuadro comparativo en el que es posible ver cuáles son los posibles efectos secundarios según el área en la que se aplique el tratamiento de radioterapia: 

Área del cuerpo en la que se recibe la radioterapia Posibles efectos secundarios 
Cerebro 

Pérdida del cabello

Alteraciones en la piel

Fatiga física y fatiga mental

Malestar estomacal, incluyendo náuseas y vómito

Dolor de cabeza

Visión borrosa 

Senos 

Pérdida del cabello

Alteraciones en la piel

Fatiga

Hinchazón

Sensibilidad 

Pecho 

Pérdida del cabello

Alteraciones en la piel

Fatiga

Molestias en la boca y la garganta

Tos frecuente

Dificultad para respirar 

Cabeza y cuello 

Pérdida del cabello

Alteraciones en la piel

Fatiga

Alteración del sentido del gusto

Disminución de la función tiroidea

Molestias en la boca y la garganta 

Pelvis 

Pérdida del cabello

Alteraciones en la piel

Fatiga

Malestar estomacal, incluyendo náuseas y vómito

Diarrea

Cambios urinarios y de vejiga

Problemas de fecundidad (en hombres y mujeres)

Problemas sexuales (en hombres y mujeres) 

Recto 

Pérdida del cabello

Alteraciones en la piel

Fatiga

Malestar estomacal, incluyendo náuseas y vómito

Diarrea

Cambios urinarios y de vejiga

Problemas de fecundidad (en hombres y mujeres)

Problemas sexuales (en hombres y mujeres) 

Estómago y abdomen 

Pérdida del cabello

Alteraciones en la piel

Fatiga

Malestar estomacal, incluyendo náuseas y vómito

Diarrea

Cambios urinarios y de vejiga 

Tal como se puede observar, hay efectos secundarios como la pérdida de cabello, los cambios o alteraciones en la piel y la fatiga, que son comunes a cualquier tratamiento de radioterapia. Mientras que otros, como los problemas de fecundidad en hombres y mujeres, se presentan con la aplicación de la radioterapia en zonas como el recto y la pelvis.

Algunos síntomas aparecen al poco tiempo de iniciar el tratamiento, mientras que otros pueden manifestarse semanas o incluso meses después de haber concluido la radioterapia.

Para profundizar más en el tema y comprender cuáles son los efectos que pueden tener los diferentes tratamientos para el cáncer, recomendamos la lectura de uno de nuestros artículos, en el que explicamos las diferencias entre quimioterapia y radioterapia

Médicos explican efectos secundarios de la radioterapia

Duración de los efectos secundarios provocados por la radioterapia

La duración de los efectos secundarios que provoca la radioterapia también depende de la parte del cuerpo en la que se aplicó, la dosis de radiación que se recibió, y la forma particular en la que responde cada persona al tratamiento.

Cleveland Clinic habla sobre esto y menciona que, por lo general, los efectos secundarios de la radioterapia mejoran durante las primeras semanas posteriores al tratamiento, y que los síntomas comunes, como la fatiga, pueden desaparecer durante los primeros meses. La pérdida de cabello, otro efecto secundario común, se revierte después de dos o tres meses.  

En ciertos casos, los efectos también pueden persistir y volverse permanentes. A esto se suma que hay efectos secundarios que tardan en aparecer desde semanas hasta años después de haber finalizado el tratamiento de radioterapia.

Uno de los efectos a largo plazo más comunes es la fibrosis, un endurecimiento del tejido que puede reducir la elasticidad de músculos y órganos, y generar molestias o limitaciones en el movimiento. También es frecuente la aparición de cambios en la piel, como engrosamiento, alteraciones en la pigmentación o sensibilidad persistente en la zona irradiada.

Asimismo, se puede presentar una alteración permanente en el gusto o las preferencias alimentarias, pérdida de memoria o disfunción cognitiva, e infertilidad, entre otros efectos secundarios más.

El cáncer se desarrolla por diferentes causas, pero dentro de ellas, lo que comemos tiene un peso importante. Nuestro artículo sobre alimentos cancerígenos es clave para entender cómo el hacer pequeños cambios en la alimentación puede reducir los factores de riesgo asociados a esta enfermedad. 

¿Cómo aliviar los efectos secundarios más habituales?

Aunque pueden ser molestos, los efectos secundarios de la radioterapia se pueden controlar si se siguen las recomendaciones de los especialistas. Según The University of Texas MD Anderson Cancer Center, es importante:

  • Tratar de dormir lo suficiente: la fatiga es uno de los síntomas comunes de la radioterapia, por ello se recomienda a los pacientes de cáncer, tener una buena higiene de sueño y hacer lo posible por descansar bien. Es importante evitar las siestas durante el día, y cumplir con una rutina en la que se definan bien las horas en las que se debe dormir.
  • Cuidar la piel expuesta a la radiación: la piel es una de las partes del cuerpo que se ve más afectada por la radioterapia, y suele presentar enrojecimiento, sensibilidad, picazón o incluso descamación. Para calmar estos síntomas, es importante evitar el uso de productos con alcohol, perfumes o químicos agresivos. Además, se aconseja utilizar cremas suaves recomendadas por el equipo médico, no exponer la zona afectada al sol y utilizar ropa de algodón holgada para reducir la fricción.
  • Mantener una dieta equilibrada: tener una alimentación antiinflamatoria y equilibrada también puede hacer la diferencia. Una buena parte de los pacientes con cáncer experimenta cambios de peso, desnutrición y problemas para comer debido a las náuseas y el malestar estomacal. Precisamente por ello es que es tan importante asegurarse de obtener todas las vitaminas y minerales que el cuerpo necesita para mantenerse saludable.
  • Hacer actividad física de forma regular: en nuestro artículo sobre ejercicio y cáncer explicamos la importancia que tiene la actividad física en los pacientes oncológicos, no solo para evitar la fatiga, sino para combatir los problemas de ánimo, y el estrés. En este sentido, los expertos recomiendan hacer ejercicios de bajo impacto como caminar o subir escaleras, entre otros.
  • Mantenerse hidratado: la hidratación es otro factor importante y puede ayudar a las personas a aliviar los efectos secundarios de la radioterapia, ya que el agua se necesita para eliminar toxinas y contribuye al buen funcionamiento del sistema digestivo y urinario.
  • Hacer terapia para cuidar la salud mental: más allá de los efectos físicos, muchas personas experimentan ansiedad, miedo, tristeza, cambios en su autoestima y dificultades para adaptarse a las nuevas rutinas y limitaciones. Hacer terapia con un profesional capacitado permite canalizar las emociones, darles un lugar y aprender recursos concretos para manejar el estrés, los pensamientos negativos y la incertidumbre.

Para facilitar la alimentación durante esta etapa, se deben implementar diferentes estrategias, ya que es común perder el apetito. En nuestro artículo sobre batidos proteicos para pacientes oncológicos explicamos de qué manera se pueden obtener todos los nutrientes que requiere el organismo mientras se está llevando a cabo un tratamiento de radioterapia contra el cáncer.

Estas son apenas algunas de las estrategias que se pueden poner en práctica. Es recomendable consultar al médico encargado del tratamiento para recibir recomendaciones personalizadas y saber bien qué hacer. 

Médico explica cuánto duran los efectos de la radioterapia

Prevención y seguimiento médico de los efectos secundarios

El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS por sus siglas en inglés), resalta que algunos de los efectos secundarios de la radioterapia no solo se pueden controlar, sino prevenir.

De igual manera, Virginia Cancer Institute habla sobre el tema, y explica que la prevención depende, principalmente, de la forma en la que se aplica la radiación y del consumo de ciertos medicamentos que pueden ayudar a proteger a las células normales del daño que causa la radioterapia.

El seguimiento médico regular durante y después de la radioterapia es igualmente fundamental. A través de consultas periódicas, los profesionales de la salud pueden identificar tempranamente cualquier síntoma, ajustar tratamientos complementarios y brindar orientación personalizada.

Para finalizar, tenemos que señalar que los pacientes de cáncer deben adoptar hábitos de autocuidado emocional para prevenir complicaciones adicionales, y mantener un mejor estado de salud. Los problemas de salud mental también tienen un impacto en el organismo, por lo que es importante abordarlos con la misma seriedad que los síntomas físicos. 

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